CC.OO. y UGT firman con el Gobierno y la patronal un recorte de las prestaciones de la Seguridad Social
El jueves 13 de julio el Gobierno, la patronal y los sindicatos CC.OO. y UGT firmaron un nuevo recorte de las prestaciones de la Seguridad Social que tendrá como principal consecuencia el retraso de la jubilación para miles de trabajadores, principalmente aquellos de los sectores más débiles.
Los trabajadores a tiempo parcial, los inmigrantes, las mujeres o los precarios serán los principales afectados por la reforma y habrán de retrasar dos años su jubilación, ya que el período mínimo exigido para poder acceder a la pensión de jubilación pasa de 4.700 a 5.475 días.
El acuerdo también afecta a otra serie de prestaciones, como las pensiones de viudedad, cuyas condiciones de acceso se endurecen exigiendo al menos dos años de convivencia y la demostración de dependencia económica del cónyuge. Se endurecen las condiciones para poder acceder a la jubilación anticipada y a la jubilación parcial, así como las prestaciones por incapacidad temporal, ya que de los 18 meses que se podía permanecer cobrando la incapacidad temporal pasamos a 12 y el derecho a otra prestación de IT exigirá como mínimo 6 meses de nuevas cotizaciones. Se promueve y se recompensa retrasar la edad de jubilación y se da un nuevo impulso a los fondos de pensiones privados.
Mientras que el número de ancianos en situación de pobreza no hace sino aumentar desde los años 80, España, junto a Irlanda y Portugal, es el país de la Unión Europea que menos gasta en pensiones. En las dos últimas décadas, el porcentaje de PIB dedicado a pensiones se ha reducido, aumentando así en un 3% la diferencia respecto a la media de Unión Europea. El 40% de las pensiones no alcanzan los 450 euros mensuales, y el índice de pobreza entre los mayores de 65 años excede en 9 puntos al resto de la población.
Este nuevo recorte se hace inexplicable al tener en cuenta estos factores así como el hecho de que las cuentas de la Seguridad Social tienen superávit desde hace 7 años.
El acuerdo ha sido criticado por el Secretario General de CC.OO., José María Fidalgo, por ser demasiado blando.
"La República" 14/7/2006